Dào (Chino) 道 (J. Do)
El Dao (Tao), que se puede considerar el concepto más importante del daoísmo (del que se deriva el nombre) es también el más difícil de definir. Es, como otros grandes conceptos en las filosofías clásicas orientales, una idea que tiene que ser aprendida durante la práctica y el auto-cultivo más que entendida de forma conceptual.
El Tao que puede expresarse con palabras, no es el Tao eterno. El nombre que puede nombrarse no es el nombre permanente. Lo que no tiene nombre, el principio de todos los seres.
Dao De Jing (Tao Te Ching) 道德经 - Lao-tzu
El Dao es el principio fundamental que da origen a todo el universo. A menudo se describe como el "Camino" o la "Vía", pero en su esencia más profunda, el Dao es el vacío primordial (wu 無), el estado de potencial ilimitado (wuji 無極), antes de que cualquier cosa en el universo fuera manifestada. Es la fuente de todo, pero también la fuerza que mantiene la unidad de todas las cosas.
En el Dao De Jing (el texto clásico de Laozi), se dice que el Dao es el origen del cielo y de la tierra, pero también la fuerza que mantiene el equilibrio del universo y la armonía de los opuestos. Es "vacío", pero no en el sentido de ser nada; más bien, es un vacío lleno de potencialidad infinita.
El daoísmo enseña que todos los seres y fenómenos del universo surgen del Dao, y al final, todo regresa al Dao. Este "surgimiento" y "regreso" se entiende no como un proceso lineal, sino como un ciclo continuo que refleja la naturaleza cíclica del cosmos.