Jing (Chino) 精 (J. Sei)
Jing "esencia", "esencia vital" o "esencia genética", es la sustancia que subyace a toda la vida orgánica. Es considerada la base material y energética para el crecimiento, desarrollo, reproducción y longevidad, y es una de las tres sustancias esenciales del cuerpo (sambao 三寶), junto con el Qi (氣) (energía vital) y el Shen (神) (espíritu).
En Medicina Clásica Oriental el Jing se clasifica en dos tipos principales:
- El Jing Congénito (Xian Tian Jing, 先天精) que heredamos de nuestros padres en el momento de la concepción. Está relacionado con nuestra constitución física, nuestra capacidad para resistir enfermedades y nuestra longevidad. No se puede regenerar y, por lo tanto, debe preservarse. Se considera como un "depósito limitado" que se consume a lo largo de la vida.
- El Jing Adquirido (Hou Tian Jing, 后天精) se genera a partir de la nutrición y el aire que tomamos después de nacer. Está relacionado con los alimentos que comemos, la calidad del aire que respiramos y el estilo de vida. Aunque no puede reemplazar al Jing congénito, puede fortalecer y sostenerlo.
El Jing se almacena en los Riñones y es la base para el desarrollo físico, mental y espiritual de un individuo. Determina nuestra constitución innata, incluyendo la fuerza de nuestro cuerpo, la calidad de nuestro sistema inmunológico, nuestra longevidad y nuestras capacidades reproductivas. Es responsable de las etapas del crecimiento (infancia, pubertad, adultez y envejecimiento).
El Yuan Qi 原氣 (Qi Original) depende del Jing, ya que éste proporciona la materia prima de la que se nutre. Se puede entender como la "manifestación dinámica" del Jing, es decir, la energía vital que el cuerpo puede usar de manera inmediata.
En la Medicina Clásica Oriental se considera que la manera en que gestionamos nuestra energía y cómo cuidamos nuestra salud afecta directamente a la duración y calidad de la vida, ya que no es posible regenerar el Jing Congénito una vez se agota. Por ello, mantener una alimentación adecuada, un actividad física y descanso correcto, evitar los excesos y gestionar bien las emociones es esencial para preservar esta energía primordial.
El Jing Congénito y el Yuan Qi representan la raíz de nuestra existencia física y energética. Ambos son regalos de nuestros padres y del propio Qi Universal. Su preservación no solo nos permite vivir más tiempo, sino también de manera más plena y alineada con nuestro propósito vital.