kleśa (Sánscrito) - 煩惱 (C. fánnǎo) (J. bonnō)
El término sánscrito klesa se refiere a las emociones, pasiones o "aflicciones mentales" que oscurecen la mente y dificultan el camino hacia la iluminación. Estas aflicciones son consideradas los obstáculos internos que causan sufrimiento e insatisfacción y perpetúan el ciclo de renacimiento (samsara).
En la tradición budista los klesas o aflicciones mentales tienen diversas manifestaciones, pero la clasificación más básica se centra en los llamados tres venenos. Estos venenos son la codicia, que se refiere al deseo insaciable de placeres y posesiones; el odio, que se manifiesta en la aversión, el rencor y la hostilidad hacia lo que nos disgusta; y, finalmente, la ignorancia, que es la falta de comprensión profunda de la verdadera naturaleza de la realidad.
En los templos Zen, es tradicional que el Año Nuevo se abra con el sonido del gong, golpeado ciento ocho veces; cada golpe representa la acción de cortar cada una de las categorías de los bonnos, que en total son ciento ocho: diez bonnos fundamentales considerados como el origen de todo tipo de ilusión, y noventa y ocho bonnos derivados.
Taisen Deshimaru 弟子丸泰仙
Según diferentes escuelas budistas existen otras clasificaciones más extensas de los klesas principales. En la tradición Zen se considera que existen 108 bonnos (que es como se denominan los klesas en japonés) diez principales y noventa y ocho bonnos derivados.
Los bonnos principales son:
- Ignorancia: La raíz de todos los demás bonnos, que impide ver la realidad tal como es.
- Codicia o apego: El deseo insaciable por placeres sensoriales y materiales.
- Aversión u odio: El rechazo hacia lo que nos resulta desagradable o amenazante.
- Confusión o delirio mental: El estado de no entender la verdadera naturaleza de las cosas.
- Orgullo o vanidad: El sentimiento de superioridad o el egoísmo que impide el desarrollo de la humildad.
- Celos: El deseo o resentimiento hacia lo que otros tienen o logran.
- Envidia: El deseo de que otros pierdan lo que poseen o alcanzan.
- Deseos mundanos: La atracción hacia placeres físicos y sensoriales que refuerzan el apego.
- Sed insaciable o sed de existencia: El deseo por la permanencia y el sufrimiento del ciclo de renacimiento.
- Pereza o debilidad: La falta de motivación o esfuerzo en el camino espiritual.
A partir de estos diez bonnos principales surgen otros 98 bonnos secundarios, que son manifestaciones más específicas y detalladas de las aflicciones mentales. Estos 98 secundarios incluyen un amplio abanico de emociones, pensamientos y comportamientos que alimentan la ignorancia, el deseo y la aversión, y que contribuyen al sufrimiento.