saṃsāra (Sánscrito) - 輪迴 (C. lúnhuí) (J. rinne) (P. saṃsāra) (T. ’khor ba)
Samsara significa "errante", y se refiere al ciclo continuo de nacimiento, muerte y renacimiento, en el que los seres sintientes quedan atrapados impulsados por los tres venenos mentales que generan karma y sufrimiento:
- Ignorancia: No ver la realidad tal como es.
- Deseo/apego: Búsqueda incesante de placeres sensoriales.
- Aversión/odio: Rechazo, ira y agresión.
Según la cosmología budista, hay seis reinos de existencia, en los cuales uno puede renacer según su karma:
- Reino de los dioses (Deva-loka): Estado de dicha, longevidad y placeres sensoriales. Sin embargo, la complacencia en este reino puede impedir la búsqueda de la iluminación.
- Reino de los semidioses (Asura-loka): Poderosos y celosos, los asuras viven en conflicto constante con los dioses. Están dominados por la envidia y el deseo de poder.
- Reino humano (Manuṣya-loka): Es el reino más favorable para alcanzar la iluminación, ya que existe una mezcla de placer y sufrimiento. Solo en este reino se tiene la capacidad real de practicar el Dharma.
- Reino de los animales (Tiryagyoni-loka): Los seres actúan por instinto y deseo, careciendo de una comprensión profunda de la realidad. Sufren debido a la explotación, el miedo y la ignorancia.
- Reino de los espíritus hambrientos (Preta-loka): Seres atrapados por un deseo insaciable, representado a menudo como hambre y sed eternas. Es el resultado de una vida dominada por la avaricia y el apego.
- Reino de los infiernos (Naraka-loka): Estados de sufrimiento extremo causados por un karma negativo severo. No es eterno; cuando el karma negativo se agota, el ser renace en otro estado.
Al extinguir los tres venenos mentales y comprender las marcas de la existencia (trilaksana): la impermanencia (anicca), la insustancialidad del yo (anatman) y el sufrimiento (duhkha), uno puede romper el ciclo y alcanzar el nirvana.