vipaśyanā (Sánscrito) - 观 (C. guān) (J. kan)
El término "vipasyana" se traduce como "visión penetrante" o "sabiduría profunda". Se trata de un tipo de meditación que, dentro de las enseñanzas Budistas, busca desarrollar una comprensión profunda de la impermanencia (anitya), el sufrimiento o insatisfacción (duhkha) y la la falta de esencia propia o insustancialidad de todas las cosas (anatman), es decir, el objetivo fundamental es desarrollar una intuición directa de las tres marcas de la existencia.
Vipasyana es una práctica que complementa a samatha. Mientras que samatha se centra en la concentración, vipasyana se enfoca en la percepción clara y directa de la naturaleza de la mente y de la realidad.
La meditación de vipasyana se basa en la observación directa y la atención plena (mindfulness)1 de los fenómenos tal como son, sin el filtro de la conceptualización. El practicante observa los objetos de meditación (como la respiración, las sensaciones corporales, pensamientos, emociones, etc.) con atención plena, investigando su naturaleza para llegar a una comprensión más profunda.
Principales aspectos de la práctica de vipasyana:
- Atención plena: El meditador mantiene la mente centrada en el objeto de meditación, ya sea la respiración, las sensaciones corporales, o cualquier otro fenómeno. La práctica de atención plena es clave, ya que permite al meditador observar los objetos de la mente tal como son, sin apego ni aversión.
- Investigación y penetración: A medida que la atención se estabiliza, el meditador comienza a investigar la naturaleza de los fenómenos. Se trata de una observación profunda, sin prejuicios, para comprender cómo los objetos de meditación son impermanentes, sufrientes y vacíos de un "yo" fijo.
- Revelación de la impermanencia: Durante la práctica, el meditador experimenta directamente cómo los pensamientos, emociones y sensaciones surgen y desaparecen, lo que lleva a la comprensión de que todo es transitorio e impermanente.
- Revelación del sufrimiento: A medida que el meditador ve la impermanencia, también se da cuenta de que la dependencia de los objetos impermanentes (como el cuerpo, las emociones, o las experiencias sensoriales) genera sufrimiento. Esta revelación permite al meditador liberarse del apego y la búsqueda constante de placer.
- Revelación del no-yo y la vacuidad: Finalmente, el meditador llega a la comprensión de que no existe un "yo" fijo detrás de las experiencias. La ilusión del ego se disuelve a medida que se reconoce que todo lo que percibimos como "yo" es solo un proceso dinámico e interdependiente. Esta es la comprensión de la vacuidad (sunyata), que es la ausencia de una existencia inherente e independiente.