“Ken Zen Ichinyo” 拳禅一如 (Puño y Zen son uno). Con esta frase describía el maestro de karate Shoshin Nagamine la interrelación del Zen y el Karate. Para poder evaluar la influencia del Zen en el desarrollo del karate, es necesario comenzar por identificar qué es el Zen.
Zen(禅) es el nombre japonés de una tradición surgida en China, fruto del encuentro del budismo Mahayana de la India con la cultura y tradiciones filosóficas chinas, el confucianismo y el daoísmo. El Zen adquirió el carácter práctico propio del confucianismo (Suzuki), y recibió del daoísmo académico categorías lógicas y prácticas meditativas, sentido místico y normas éticas; y del daoísmo popular, prácticas de adivinación y normas rituales (Jesús González - Filosofía de las artes japonesas)
El Zen rehúsa ser definido, "es la naturaleza misma del Zen la que elude toda definición y explicación ... el Zen no puede ser convertido en ideas" (Suzuki - Ensayos sobre Budismo Zen), algo que nos recuerda a la descripción del Tao que hace Lao-tzu: "El Tao del que puede hablarse no es el Tao eterno. El nombre que puede nombrarse no es el Nombre eterno", aunque el mismo Suzuki nos ofrece alguna pista: "El Zen es una disciplina para la iluminación. Iluminación significa emancipación. Y emancipación no es otra cosa que libertad" (Suzuki - El Zen y la cultura japonesa).
Aprender Zen es revelarnos, revelarnos es olvidarnos, olvidarnos es desvelar la Naturaleza de Buddha, nuestra naturaleza original
Maestro Dogen - Taisen Deshimaru - La práctica del Zen
Fundamentalmente, para conseguir esta iluminación se práctica za-zen, "za" significa sentarse y "zen" meditación, concentración. Se considera que la practica de la meditación sentada za-zen contiene la esencia de las enseñanzas de Buddha y a través de ella nos permite descubrir nuestra verdadera naturaleza.
Influencia del Zen en la cultura japonesa
El Zen ha ejercido una notable influencia en muchos aspectos de la vida cotidiana del pueblo japonés. Se consideran que las diferentes filosofías/religiones que han afectado e influenciado las artes y las costumbres en Japón, son:
- Shinto - El camino de los dioses, que son las creencias autóctonas del pueblo japones
- Dokyo - Daoísmo proveniente de china
- Jukyo - El camino de Confucio
- Butsudo - Las diferentes ramas del budismo entre las que se encuentran las ramas de Zen
Todas estas filosofías/religiones (las que Inazo Nitobe toma como fuentes principales del Bushido) han tenido una profunda influencia en todas las manifestaciones artísticas, en los sistemas de combate y en toda la cultura japonesa en general.
Cuando se hace referencia a la influencia del Zen en Japón, hay que tener en cuentan que todas estas filosofías están influenciadas entre sí de una u otra manera.
Es más fácil comprender esta influencia del Zen en la cultura japonesa conociendo el hecho de que los monasterios Zen tuvieron una posición preponderante como depositarios del saber y del arte, al menos durante las eras Kamakura y Muromachi: los monjes zen tenían continuas oportunidades de entrar en contacto con culturas ajenas; los propios monjes eran artistas, estudiosos y místicos (Suzuki).
En las artes, el Zen ocupa un lugar privilegiado. Algunas son específicamente Zen, incluso sobre un plano puramente histórico, tales como la ceremonia del té, el arte de las flores, una parte importante del arte de los jardines, o el arte de la alfarería en todo un período de su evolución. Otras fueron profundamente transformadas y por decirlo así recreadas por el Zen, como la pintura, la caligrafía, y las artes marciales.
Nota del Doctor Claude Durix - Zen y Artes Marciales - Taisen Deshimaru
Pero esta influencia del Zen (teniendo en cuenta las distintas filosofías que ya he mencionada) se produce desde su introducción en Japón en el sigo VI. En ocasiones algunos autores hacen referencias a transformaciones muy posteriores que vinculan igualmente al Zen: “El genio del Zen transformó las técnicas brutales de la guerra en artes que no se preocupaban mucho de la eficacia guerrera sino de la búsqueda de sí mismo. Todas estas técnicas se convirtieron en métodos de perfeccionamiento espiritual.” (Nota del Doctor Claude Durix - Zen y Artes Marciales - Taisen Deshimaru). Creo que en este caso se hace referencia a modificaciones que se llevaron a cabo después de la restauración Meiji, la transformación de los antiguos "jutsu" o técnicas de combate en caminos de perfeccionamiento "do".
El Zen en Ryukyu
Por otro lado, en el reino de Ryukyu, esta notable influencia histórica del Zen en la vida y las artes Japonesas no tuvo su reflejo directo: “En la isla de Okinawa y en el reino de Ryukyu en general, esta corriente no penetró entre sus gentes. En los años de aislamiento que los Satsuma impusieron al reino de Ryukyu desde su invasión en 1609, las gentes de Okinawa tuvieron solo un leve interés en las formas religiosas y virtualmente ningún interés en absoluto en la especulación religiosa y filosófica. La mayoría se contentaron con mantener el “nuuru”; ellos trataban los espíritus de los bosques y colinas, el mar y el cielo, los pozos y manantiales con el respeto apropiado, pero no investigaron profundamente en estos misterios. Eran mucho más exigentes en el tratamiento de los muertos, y en mostrar respeto y cuidar mucho el bienestar de los parientes difuntos”. (Okinawa The History of an Island People – George H.Kerr).
El Zen, no era por tanto una práctica habitual en la isla de Okinawa y su influencia en las artes en general fue muy escasa hasta la entrada del karate en las islas mayores de Japón.
Shoshin Nagamine (1907-1997), que incorporó la práctica de la meditación Zen en sus clases diarias de karate, narra en su obra “Tales of Okinawa's Great Masters” que en el desarrollo del karate en la isla de Okinawa no tuvo la influencia de la doctrina Zen de las islas principales de Japón, ya que la incorporación de la meditación Zen en la práctica del karate es relativamente moderna: “La filosofía Zen tuvo una profunda influencia en el desarrollo de las artes marciales en las islas principales de Japón. Sin embargo, en el viejo Reino de Ryukyu éste tuvo poca o ninguna influencia en las disciplinas locales de defensa personal debido a la prohibición del Clan Satsuma de realizar estas prácticas........Las gentes de Okinawa pusieron poco énfasis en estas prácticas espirituales debido a las ásperas restricciones políticas. Reconocer este fenómeno histórico es entender cómo y por qué se puso tanto énfasis en el acondicionamiento físico y en las aplicaciones reales. En la época Meiji (1868-1912) y el periodo Taisho (1912-25), el entrenamiento en karate, una disciplina vacía de elementos espirituales, llegó a reflejar esta orientación física. La mayoría, si no todos, los maestros de karate ponían más énfasis en “kakedameshi” (lucha) que practicaron asiduamente, que en el desarrollo interior”
Relación del Zen y el karate en los primeros textos publicados
En la búsqueda de documentos relativos a la relación del karate con el Zen, encontramos en la traducción de Patrick McCarthy del libro de Choki Motobu de 1933 “Watashi no Karate jutsu” (Mi Técnica de Karate) un párrafo que dice así:
“Karate is also a confuit through which learners can discover and transcend the source of human weakness. Such a spiritual theme reveals the profound influence Zen has had upon karate”
(El karate es también un conducto a través del cual los estudiantes pueden descubrir y superar el origen de la debilidad humana. Un tema tan espiritual revela la profunda influencia que el Zen ha tenido sobre el karate)
En este párrafo se indica explícitamente que el Zen ha tenido una profunda influencia en el desarrollo del karate, algo que se muestra contradictorio con lo hasta aquí expuesto.
Pero si buscamos el texto original de la obra del maestro Motobu, comprobamos que quizá la interpretación de Patrick McCarthy no se ajustaba a la idea expresada en el texto original:
"唐手は、精神修養の一資料としても、実に有意義な世界的武術で、唐手を稽古した人は、精神の統一、鍛錬が恐ろしいほど発達して、物事に動じず、自ら沈着になる、此所等は禅学と相一致する所が有る。”
”Karate es un bujutsu universal realmente útil como recurso para el entrenamiento mental. Una persona que ha practicado Karate desarrolla concentración y tranquilidad del espíritu a un nivel sorprendente: se mantiene sosegado y firme ante cualquier adversidad. En este aspecto se podría decir que Karate tiene algo en común con el Zen. “
En una línea similar encontramos la traducción de Toshiro Yamaguchi y Roberto Díez del libro “El maestro Chooki Motobu y el karate de Okinawa” de Kohaku Iwai en el que incluye el texto del libro del maestro Motobu “Watashi no Karate jutsu” (Mi Técnica de Karate):
“El karate también se revela útil a la hora de intensificar la concentración y elevar el espíritu. Con su ayuda se mantiene la firmeza y la tranquilidad. Participa de un espíritu similar al del Zen”
Como vemos, la traducción literal del texto original si se muestra en consonancia con lo expuesto hasta ahora sobre el Zen en el desarrollo del karate. Choki Motobu llevaba ya algunos años en las islas mayores de Japón cuando escribió su obra sobre el karate “Watashi no Karate jutsu”, y había tenido la ocasión de constatar la influencia del Zen en la vida diaria nipona y concretamente en las artes marciales. El maestro Motobu nos indica que el espíritu que busca el Zen de firmeza y tranquilidad es similar al que se puede alcanzar con la práctica del karate.
Existe, como en el resto de los bu-jutsu una influencia en años posteriores a la introducción del karate en las islas mayores y a su “japonización” con el fin de convertirlo en un Budo moderno. Con el propósito de ser aceptado por el pueblo japonés, es en este momento cuando se adhieren ciertas prácticas del budismo Zen (y del Sintoísmo, que no olvidemos que es la religión predominante del pueblo japonés) en los dojos de Karate, al igual que se hacía en los dojos de Kendo, Aikido o Judo. “En el siglo XX, Gichin Funakoshi introdujo el karate en el resto de Japón. Entonces decidió llamarlo "karate-do", la Vía de la Mano Vacía, con el fin de remarcar su pertenencia al budo. La palabra kara (vacía) no fue elegida solamente para señalar el carácter de combate a mano desnuda de este arte, sino sobre todo por su significación moral y religiosa. Kara se refiere también al "vacío de toda intención agresiva" y evoca la experiencia Zen del vacío.“ (El blanco invisible - Pascal Faulliot).
Aunque no fue el Maestro Funakoshi el que decidió el cambio de nombre a "mano vacía", este fue un consenso de los maestros de karate de aquél entonces (ver reunión de maestros de karate), ni el único maestro en introducir el karate en las islas principales de Japón, la idea de estas transformaciones posteriores se refleja de forma clara. La posterior exportación del arte desde Japón incluyó estas prácticas ceremoniosas que fueron generalmente aceptadas en occidente y asociadas a algo intrínseco del arte del karate.
Teniendo en cuenta esta tendencia, no es de extrañar las conclusiones que extrajo el Maestro Hermenegildo Camps en su obra sobre la historia del karate: “El karate es originario de Okinawa y en esta isla predominó desde siempre una religión animista, sin que el budismo alcanzara nunca popularidad significativa en el archipiélago de las Ryukyu, hemos de deducir forzosamente que los lazos del Karate con el budismo son una innovación moderna, que su relación con el Zen es debida a la aportación de los practicantes japoneses de dicho arte marcial, y que el empeño en relacionar el Karate con el budismo, y más concretamente con el Zen, proviene del deseo de moralizar dicha mortífera técnica de combate.” (Historia y filosofía del karate - Hermenegildo Camps)
El budismo en China
Si bien la isla de Okinawa no estuvo directamente influenciada por el Zen ni el budismo en general, es necesario tener en cuenta que el karate de Okinawa tiene su origen en China y su desarrollo posterior también estaba profundamente influenciado por las técnicas Chinas de combate. Las corrientes filosóficas que hemos visto en Japón (Dokyo, Jukyo, Butsudo) fueron importadas de China, es decir, en China estas corrientes sí marcaban el desarrollo de sus artes, incluidas las artes de combate. Incluso la única tradición propia de Japón, el Shinto, tiene sus equivalentes en las practicas animistas existentes tanto en China como en Okinawa.
Tenemos por tanto los mismos ingredientes, y aunque la combinación de estos varía de una zona a otra (incluso de unos maestros a otros), es imposible pensar que no existe influencia de estas filosofías en las practicas marciales importadas de China.
Uno de los monjes encargados de la difusión del budismo más famoso en China fue Bodhidarma, también conocido como Ta Mo (en chino) o Daruma (en japonés), que llegó a China sobre el año 520. Se cuenta que Daruma llego al templo de Shaolin, donde encontró a los monjes en un estado físico lamentable, pues habían abandonado el cuidado del cuerpo centrándose unicamente en el cultivo de la mente.
Después de un tiempo meditando y con el fin de remediar el deterioro físico de los monjes, les enseño una serie de ejercicios y técnicas, posiciones de manos (mudras), modelos respiratorios y sistemas de meditación, dando lugar a la escuela de artes marciales o Quanfa de Shaolin. (Las secuencias transmitidas se denominan "nata" y "pratimas" en India, "hsing" en China o "kata" en Japón)
En sus niveles más profundos, este arte marcial budista legado por Bodhidharma esta relacionado con tres niveles de compresión, significado y análisis dialéctico comunes tanto en las escuelas esotéricas como exotéricas del budismo (Jan Diepersloot - El tao del Yiquan)
Según las tradiciones esotéricas (conocidas en Japón como Mikkyo), el ser humano se expresa en este mundo a través de tres vías:
- Acciones físicas: movimientos y gestos realizados con el cuerpo físico
- Palabras: forma de expresión y comunicación verbal
- Pensamientos, percepción, volición: como medio de actividad mental
Estas tres fuentes de efectos pueden generar acciones negativas que actúan en nuestra contra, o dar lugar a resultados positivos que nos acercan a la iluminación (Jose M. Collado - Mikkyo)
Durante la dinastía Tang, el monje se consideraba un guerrero espiritual que combatía entre su naturaleza inferior y superior en el campo de batalla de sus pensamientos (mente), sus palabras (discurso) y sus acciones físicas (cuerpo). Teniendo en cuenta esta trinidad, el hsing transmitido por Bodhidharma desarrolló un nombre más corto, en Sánscrito Trican (Triple Batalla) que fue traducido en china como Sanchin o Sanchan (Nagaboshi Tomio - The Bodhisattva Warriors).
El propósito interno y los principios de la alineación estructural de la posición usada en el Quanfa de Shaolin "triple batalla" o Sanchin, es el mismo que se utiliza en algunas escuelas de Chinas y en el Sanchin practicado en Okinawa (principios igualmente aplicables a Naifanchin). Algo fácil de entender teniendo en cuenta que las principales líneas de karate de Okinawa (nahate y shurite) se basan en dos ramas marciales Chinas que son son Grulla Blanca y Boxeo Shaolin del Sur.
Podemos de igual forma observar que en los nombres de algunos de los kata de karate encontramos referencias al número 108, como Suparinpei (108) o factores de este número como Gojūshiho (54), Sanseru (36), o Seipai (18), teniendo en cuenta la clara significación budista que tienen el número 1081. También encontramos en muchos dojos en Okinawa una representación de Bodhidharma (Daruma) en sus paredes, haciendo quizá alusión a sus orígenes.
En mis días de juventud nadie hablaba del Zen, uno aprendía a respirar correctamente y a meditar sin ninguna mención a la palabra. De cualquier forma, el karate trabaja en los mismos principios metafísicos. Si uno puede entrar en un estado de trance como "mushin" por "auto-hipnosis", uno puede hacer Zen, es así de simple
Shinsuke Kaneshima
Dejando a un lado las transformaciones posteriores a la introducción del karate en Honshū, es muy interesante acercarnos a los kata con una visión más amplia, teniendo en cuenta la alquimia interna daoísta, las prácticas meditativas budistas (incluido el budismo esotérico), las técnicas de manejo de energía (ki en japones o Qi en Chino) y los sistemas de salud que componen o descienden de estas filosofías. De esta forma tendremos una perspectiva más cercana al momento donde se creó la kata, lo que seguro nos puede facilitar su entendimiento, es posible que nos permita acercarnos a la esencia misma que el maestro que confeccionó la kata quería transmitir y podamos encontrar el sentido de las palabras del maestro Nagamine: "Ken Zen Ichinyo”.
Sobre el autor:

David Quiroga
Estudio, experimento y escribo, intentando siempre seguir este orden. Explorador del equilibrio entre el cuerpo físico, energético y espiritual, con años de experiencia en terapias tradicionales. Practicante de artes marciales y técnicas de meditación asiáticas, encuentro en la naturaleza y la montaña mi refugio e inspiración.